Me has dicho que te vas de viaje y me he imaginado que no irás sola. Pero  me he callado. Sólo te he dicho que antes de irte  deseo verte    desnuda, que añoro ver tu culo, tus tetas, tu coño. Y tú te has enfadado y me has dicho que da igual que las vea o no.
 - ¿Sí?
- Sí,  porque nunca los tendrás.  Los desearás ahora, como cornudo impotente,  pero estas tetas, este coño y este culo son para machos de verdad. A lo  mucho que podrás llegar es a mirar como otros lo disfrutan. Cómo los  disfruto yo. Te envió un anticipo de un clip que hice con él la última  vez que hemos follado, que te he hecho cornudo.  Ahí puedes verme  follar. Fíjate como saboreo su polla lentamente. Disfrutando un macho de verdad.
-  Gracias. Me excita verte follar con otros.
 -  Pero tú no lo harás jamás, nunca. Sabes de sobra que jamás podrás  follarme ni tan siquiera rozar mi coño con tu pilila impotente. Ni  rozarlo. Lo sabes. 
 -  Lo sé. Y lo acepto.
 -  Me alegro de  que aceptes la verdad, tu realidad de cornudo impotente,  porque aunque  no lo fueras no podrías follarme. Nunca. JAMÁS. Tu pito no es de macho,  sino de puta cornuda sumisa y no puede profanar el sagrado lugar de mi  coño que es sólo para machos, para mis machos, para mis hombres, para  los hombres de verdad.
 - Lo comprendo y lo acepto.
- Pues  entonces mira esta foto que te envío donde puedes ver un ejemplo de lo  que es una polla de macho y un pito ridículo como el tuyo.
 -  Es verdad. Tienes razón. Mi pito no merece un coño como el tuyo, sino pollas de machos de verdad. 
- Pues entonces repite que jamás follarás conmigo.
 -  Jamás follaré contigo ni mi pito rozara siquiera tu coño, porque sólo follarás con machos de verdad.
 - Otra vez
- Jamás follaré contigo.
- Jamás, nunca, en la vida. Repítelo.
- Jamás follaré contigo. Nunca. En la vida. Me moriré sin haber follado jamás contigo.
- Bien. Ahora repítelo en una grabación cien veces y envíamela. ¿Qué has de decir?
- Jamás, nuca, en la vida, follaré contigo.
- No lo solo eso. Te prohíbo que incluso sueñes con ello. No te puedes acariciar tu pito pensando que follas conmigo.
- De acuerdo, amor mío. 
 -  Sólo podrás follarme si me apetece, con un consolador que ataré a tu  cara. Me subiré encima de ti y te cabalgaré, pero seré yo la que te  folle. Bueno, la que me folle el consolador de tu cara. Mira esta foto y hazte una idea.
 - Gracias.
 -  No me las des. Sabes que es  así y que nunca follarás conmigo. Y no sólo porque seas un cornudo  impotente, que lo eres, sino porque si algún día te curaras te daría  pastillas para que volvieras a ser impotente. Te quiero impotente total y absoluto. De por vida. Total y absoluto. Cornudo impotente y sumiso que sólo podrá gozar viéndome follar con otros, viendo como otras pollas  penetran el coño de la mujer que amas.  Como me folla cualquier polla  que yo desee follar donde tú jamás podrás hacerlo, cornudo. 
- Soy feliz siendo tu cornudo sumiso impotente y todavía me gustaría serlo más.
- Me alegro de que lo aceptes. Pero te voy a dar una alegría.
 Y me  has enviado una foto en la que se te ve abrazada a un chico
 - Ese es mi ultimo macho -me has aclarado
- Lo veré mañana a primera hora. Viajaré con él todo el fin de semana. 
 - ¿Cuando follaste con él la última vez?
- Hace 15 días.
- Y mañana...¿te lo follarás?
- Desde luego, mañana viajaré con él de lo contrario no tiene caso verlo.
- ¿Me lo contarás?
 -  Siempre. Y algún día puede que incluso te deje chuparle la polla a mi  macho. Para que te consueles. Como en esta foto que te envío
 -  Gracias por ese detalle, por ese gesto tuyo tan amable. Ya  he puesto el contador del blog y pone que llevo 15 días sin ser cornudo
 y 1 día en castidad.
- Bien. Bueno no, porque ayer lo fuiste de nuevo. Un  antiguo amigo ha  venido por mi a mi trabajo fuimos a beber algo y de ahí a su casa donde  hemos follado. Hoy lo repetiremos de nuevo. Después iremos a mi casa por mi equipaje y me llevará a la terminal de autobuses
 -  ¿Para irte con el otro?
 -  Así es
 -  ¿Me lo contarás todo?  
 -   Lo haré, cornudo.  Te voy a humillar hasta extremos que jamás soñaste,  cornudo impotente. Porque incluso en nuestra noche de bodas no podrás ni tocarte el pito ridículo que tienes. Follaré con otro u con otros, pero tú sólo podrás mirar arrodillado en una esquina. Como en esta otra foto que te envío. O quizás te deje acercarte y acariciar tu pitoclítoris  mientras ven como me follan, como chupo pollas, como disfrutan de un  cuerpo que tú jamás podrás rozar.
 -   Lo sé, mi vida. Pero  folla  por placer, por favor. No lo hagas por mi, por hacerme feliz al  humillarme y hacerme cornudo. quiero decir que quiero que sean unos  buenos cuernos, deseados que no lo hagas por complacerme a mi sino por  tu placer
- Jajaja. Nunca trataría de complacerte, es evidente que lo hago por mí y sólo por mí. Por mi exclusivo placer.
 - Gracias. Espero que disfruites y me hagas muy cornudo y que me lo cuentes.
- Siiiiiiiii.
- Goza, disfruta, córrete, folla libremente.
 -  No espero menos que eso, créeme.
 - ¿Vas a pensar en mi mientras me haces cornudo?
 - Siiiiiiii
- Gracias, amor mío. 
 - Y ahora te dejo que voy a preparar el viaje, cornudo impotente. Besos.
 -  Gracias, mi vida,  por hacerme tan feliz, por hacerme tan cornudo y por querer que sea impotente total.