MIÉRCOLES.- Por fin ha llegado el día, estás delante de mi y él te mete mano bajo la braga. De forma descarada. Tú le ofreces tu boca y te morreas con él mientras te mete mano en el coño que ya supongo mojado, porque gimes y le pides que te folle. Siento dolor en alguna parte de mí, pero también tengo la polla dura al verte ahí como te dejas meter mano en el coño, como gimes como una perra y como te encharcas para recibir su polla.
Porque sé que vas a follar con él. He sido yo el que te ha traído a este chico para que te folle. Tenía la fantasía de verte con otro y tú has accedido. Incluso me has propuesto el nombre del chico, el del vecino de abajo. Se conoce que ya te gustaba y que habías subido con él en el ascensor. Porque un día me comentaste que entraban muchas chicas a su piso y que tú sabías, las mujeres entendéis de eso, que follaba con todas. Quizás por eso me lo propusiste a él como macho para follar contigo. Quizás lo deseabas.
Aunque por como te abraza en la cama, a donde te lo has llevado cogido de la mano, parece que te conoce, que sabe qué te gusta, por lo que me barrunto que quizás ya lo conozcas de antes. Que quizás…ya hayas follado con él.
Que quizás… ahora se entienda por qué decías a veces que ibas a casa de la vecina y yo te veía bajar abajo. Ahora lo entiendo. Es tu amante desde hace tiempo, sin yo saberlo. Ya has follado con él. Me has engañado y el que era tu amante escondido, ahora es ya tu amante oficial. Pero yo sigo teniendo la polla dura.