miércoles, 23 de noviembre de 2016

Soy muy puta, muy perra, muy zorra


Sí, cariño. Lo sabes. Soy una puta, una perra y una zorra. Y a tiempo completo. No puedo evitarlo. Lo sabes. Te lo dije cuando nos presentaron y  luego mientas bailamos pegados en aquella fiesta y te mordía en la oreja. Me dijiste que no lo creías y entonces te cogí de la mano y te subí a la habitación del hotel donde te follé bien follado en todas las posturas imaginables. Y algunas inimaginables.
Gozaste y no hiciste caso a lo que te decía al oído mientras follábamos; que era un puta y una zorra. Que soy una perra salida que no puede evitar mojarse en cuanto ve a un macho, en cuanto tengo una polla delante. Aunque esté guardada en el pantalón. No lo puedo evitar. Soy así, muy perra, muy zorra y muy puta. Mucho. Pero tú no lo creías pese a que no dejaba de repetírtelo. Te hacías el sordo. Y te lo volví a repetir insistentemente cuando me pediste que me casara contigo. Pero no hiciste caso.
Ahora ya lo sabes y creo que por fin te has convencido cuando has subido del salón donde nos hemos casado y has entrado en nuestro cuarto. Me has visto chupándole la polla a unos de los machos que había en la habitación. Pero no has dicho nada. Así que me he echado sobre la cama para ofrecer mi culo a los azotes del primer voluntario que se ofreciera.

No has sido tú, que te has quedado quieto mirando. Han sido los otros tres macho que me había subido a nuestra habitación. Y lo han hecho. Me han azotado el culo delante de ti, sin que tú hayas dicho nada.


Y tampoco has dicho nada cuando me he lanzado a comerme sus pollas delante de ti, cariño, que has permanecido quieto junto a la cama, mirando. Aunque cuando te he mirado he visto que te has sacado la polla y has comenzando a masturbarte. Y entonces sí. Lo he comprendido. He comprendido porque nunca me has hecho caso cuando te he avisado de que soy una puta y una zorra. Creo que te gusta que lo sea. Por eso te has casado conmigo. Por eso no dices nada al verme follada por tres macho, en nuestra noche de bodas.

Soy muy puta, cariño; muy zorra, y muy perra, pero ahora sé  que te voy a hacer muy feliz; que vamos a ser muy felices.  De por vida y hasta que la muerte nos separe.














sábado, 19 de noviembre de 2016

Cómo llevé a mi marido a querer ser cornudo


A decir verdad, no tenía bien en claro como plantear el tema; al final, pensé que lo mejor seria sacar el tema en la cama, con mi maridito en caliente. Así que, cuando ya lo tenía en la cama, conmigo arriba de él, le pregunté si tenía alguna fantasía, algo que le gustaría realizar.

Primero habló de cosas típicas, tal como, tener sexo en algún lugar público... luego ya confesó que le excita pensar que tenga relaciones con otro hombre.

Me hice la sorprendida. Le pedí que me contara más de eso. Confesó que sabe que tengo relaciones con otro hombre (no le dije que eso no era cierto!!), que cada vez que salgo bien arreglada se masturba imaginando lo que hago en otra cama y que me revisa la ropa interior sucia para buscar pruebas de lo que hice para excitarse más.

Le pregunté si no se sentía traicionado por eso; respondió que no, que al contrario, lo veia casi como una prueba de amor: tenía sexo con otro, pero siempre volvía a él; que le hacái sentir orgullo de ser marido de una mujer aún sexy, sensual y deseable por otros y que continúa cumpriendo, sin descuidar, sus roles de madre y esposa.

Yo le dije que nunca lo había hecho con otro, sólo lo simulaba para ver si sentía celos, pero que de tanto simularlo, comencé a sentirme atraída por esa idea. Me retrucó que le gustaría que lo intentara, por lo menos una vez, para ver si me gustaba realmente, que él no se iba a oponer. A lo que respondí que si me decidía a tener un amante, no me importaba si él lo aprobaba o no...que ya era mi decisión.

En resumen, combinamos en que llevaría a cabo su fantasía ( y ahora la mía) bajo mis condiciones:

1) Yo elijo el hombre, preferentemente ninguno de sus amigos (por que no son atractivos).

2) Èl me va a observar cómo me arreglo para la eventual cita sin tocar ni hacer comentarios.

3) Él paga la compra de la ropa interior.

4) La ropa interior es diferente para cada cita.
5) Voy a usar preservativos, pero si algún momento no lo hago, es decisión exclusivamente mía.

6) La que manda en la casa, a partir de ahora, soy yo.

7)Yo decido si le cuento a mis amigas o no.

8) En privado y delante de aquellas que saben que gusta de ser un "cornudo complaciente" va a ser llamado de "cornudito".

9) Si después de la primera que tengo sexo con otro no reclama o dice nada, ya no hay vuelta para atrás.

10) A partir de ahora, las tareas de la casa, que yo odio hacer (lavar ropa, planchar, hacer las camas, etc.) las va a realizar él.

11) Esta lista puede ser modificada, de mi parte, sin previo aviso.

Mi "cornudito" aceptó todas y cada una las condiciones, así que ahora me pongo en campaña!!!.

Por lo pronto, ya esta tarde me voy a comprar algo de ropita interior y nuevos conjuntitos de lycra para el gym, que es donde vi la "mejor carne", aunque no me voy a apurar con eso, quiero hacer una buena selección primero!!

domingo, 9 de octubre de 2016

Derechos del marido cornudo (9)



El marido cornudo tiene derecho a que su mujer lo adiestre en la mejor forma de chupar una polla con el fin de que le dé placer al amante de su mujer y pueda follarla mejor. El esposo cornudo tiene derecho a humillarse ante la polla que lo hace cornudo y darle las gracias por ello. Ella podrá adiestrarlo mientras llama a su macho para que así se sienta más humillado y preparado para sus propios cuernos.

El esposo cornudo tiene derecho a que su polla sea comparada con la del macho que lo hace cornudo, con el amante que se folla a su mujer. Si su polla es más pequeña,  tiene derecho a que se le reconozca como pichacorta y se le ponga un cinturón de castidad.






El esposo cornudo también tiene derecho a que se pongan sobre su cinturón de castidad, los condones que haya utilizado el macho que se ha follado a su esposa con el fin de que se le pegue algo de la hombría del amante que lo hace cornudo.

Y el esposo cornudo tiene derecho a ser azotado y abofeteado tras haber sido hecho cornudo, a razón de tantas bofetadas como condones haya usado el macho que se ha follado a su esposa. Podrían ser 10 bofetadas por cada condón que hayan usado.


martes, 20 de septiembre de 2016

Derechos del esposo cornudo (7)



El esposo cornudo tiene derecho a que su mujer lo adiestre en el arte de chupar pollas con el fin de excitar más al macho que lo hace cornudo y que su amada esposa goce más con él. Para tal fin la esposa podrá obligarlo a que le chupe y mame un consolador de cintura con el fin de enseñarle a mamar pollas y humillarse a ante ellas, siempre de rodillas. El esposo cornudo también tiene derecho a poder darle las gracias al macho corneador, al macho Alfa, por hacerlo cornudo.

El esposo cornudo tiene derecho a que su mujer le permita ayudarle a vestirse, maquillarse y ponerse guapa para que su amante la encuentre más atractiva y pueda follarla mejor. Para que ella goce más al excitar a su macho.

El esposo cornudo tiene derecho a que su mujer lo azote antes y después de ponerle los cuernos. Antes para que su amante vea el poder que ella tiene sobre el cornudo y así se excite más. Después para humillarlo como "cornudo y apaleado". Los azotes serán proporcionales a los condones que haya usado el macho que lo hace cornudo, por lo que sí éste ha usado 4 condones podrá recibir diez azotes en su culo por cada uno de ellos. Un total de 40 que la esposa le aplicará delante del macho que lo hace cornudo.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Derechos del marido cornudo (6)



1.- El cornudo sumiso tiene derecho a rozar la entrada del coño de su esposa. Sólo rozar. Y si puede  hacerlo, no hay impedimento y ella lo permite.Sólo la entrada porque el resto jamás será suya y no podré profanarlo con su pollita de cornudo sumiso. Este gesto será considerado como una excepción y un regalo muy generoso de ella dado que el cornudo sumiso jamás debe rozar el coño de su esposa.

2.- El cornudo sumiso tiene derecho a quitarle el condón al amante de su mujer y guardarlo en una caja como recuerdo de sus cuernos.


3.-  El cornudo sumiso tiene derecho a dormir en la alfombra, junto a la cama de su esposa y a ser utilizado para que ella deje aobre él sus zapatos. Si duerme o no, es cuestión de él. La costumbre ayuda.

 4.- El cornudo sumiso tiene derecho a lucir ropa femenina mientras lo hacen cornudo. También tiene derecho a ser tratado como una puta sumisa y convertirse en la zorra del macho que se folla a su mujer.

 5.- El cornudo sumiso tiene derecho a lamer el coño de su esposa mientras lo hace cornudo. También tiene derecho a lamer los huevos del amante de su mujer pero en este caso han de ser besitos puros y de agradecimiento por hacerlo cornudo.











martes, 30 de agosto de 2016

SEX SHOP..... CAMISETAS CUCKOLD

Dispongo de todo tipo de lencería, vestidos sexys, juguetes eroticos, juegos, todo los que necesitéis. Poneros en contacto conmigo por whassap 722830057 o correo electronico infoblog@ladamadepicas.com con lo que necesitáis y os mando fotos y precios.

Todos los paquetes son discretos....


Disponeis de camisetas en el color que querais cuyo dibujo puede ser uno de los que se muestran a continuacion. Podeis poner la imagen por delante o por detras, centrada o en un lado mas discreto, en grande o pequeño.














Derechos del marido cornudo (5)



Tiene derecho a estar en castidad total y a ser  feminizado mientras su  mujer lo hace cornudo. Ha de permanecer atento por si ELLOS necesitan algo.


Tiene derecho a ser debidamente ordeñado en tiempo y forma por cualquier método que el Ama considere mejor. Cuanto más humillante oportuno.  Sin que exista límites para la imaginación de su mujer. 


Tiene derecho a ser utilizado  para el entranamiento de su mujer, para lo cual se ha de colocar .  en la cara una polla de látex, atarla a su nuca, echarse al suelo y ofrecer ese stranpon a su mujer para que ella se ejercite y goce con el placer de hacerlo más cornudo. 


Tiene derecho a permanecer en casa mientras ella sale a follar a un hotel con su amante, vestido de chica, de putita sumisa. Y enviarle regularmente a ella fotos con el móvil para que su esposa se excite al verlo, folle más con su amante y él sea aún más cornudo. 

miércoles, 3 de agosto de 2016

Derechos del marido cornudo (4)



El marido cornudo tiene derecho a estar en castidad permanente y a ser entregado al amante de su mujer como su puta sumisa. Tiene derecho a ser tratado como tal, ser usado, follado y humillado para el placer del amante de su mujer, para que él se excite y pueda follarla a ella mejor.

El marido cornudo tiene derecho a que su pollita sea comparada con la del amante de su mujer para ver si consigue igualar su tamaño y follar por fin con ella. Tiene derecho a esa oportunidad aunque nunca lo consiga.
El marido cornudo tiene derecho a no ser el único sumiso de su mujer si ella decide ampliar su cuadra. En este caso tiene derecho a ser comparado con el otro sumiso para ocupar el lugar de honor y preferente en la puesta de cuernos. Aunque siempre pierda.

También tendrá derecho a ser compartido por otras amas y a ser intercambiado entre ellas. Tiene derecho a que su Ama lo cambie por el marido cornudo de una amiga.
El marido cornudo tiene derecho a lamerle el culo a su mujer, de rodillas, mientras ella folla con su amante y lo hace cornudo. Mientras lo hace tendrá derecho a suplicar que ella lo haga más cornudo. Y tendrá derecho, así mismo, a suplicarle al macho que se folle a su mujer, que le dé más duro, que la folle bien follada y que le pongo todavía más cuernos.
También tendrá derecho a que su mujer le obligue a chupar la polla de su amante con el fin de prepararlo y excitarlo para que la folle mejor. También tiene derecho a actuar de mamporrero poniendo la polla del macho dominante en el coño de su mujer. Y a lamerlos mientras follan, lo humillan y lo hacen cornudo.

lunes, 1 de agosto de 2016

Derechos del marido cornudo (3)



El cornudo tiene derecho a casarse, debe casarse, con una mujer liberal que esté dispuesta a hacerlo cornudo. El marido cornudo tiene derecho a que ella le ponga el cinturón de castidad antes de ir al altar y acudir a la ceremonia con él puesto. También tiene derecho a invitar al actual amante de su mujer para que acuda a la ceremonia, junto a sus amigos.


El marido cornudo tiene derecho a ser humillado en la noche de bodas y que su mujer lo haga cornudo desde la primera noche del matrimonio.  


El marido cornudo tiene derecho a ver como su mujer folla con su amante esa noche y como lo va haciendo cornudo.


El marido cornudo también tiene derecho a que ella recoja de su coño la leche de su amante con una cuchara, y que se la dé para que se la trague.

miércoles, 8 de junio de 2016

Derechos del marido cornudo (2)


El cornudo tiene derecho a elegir cuál es la mejor polla para su amada esposa. Para ello procurará buscarle los machos mejor dotados, con la mejor polla, con el fin de que su esposa goce todavía más.
El cornudo tiene derecho a ser follado por su esposa antes y después de haber follado con su amante y de haber sido hecho otra vez cornudo. Tiene derecho a ser follado por ella tanto a solas, como en presencia del macho que lo ha hecho cornudo.
El cornudo tiene derecho a limpiar  el coño y la polla de su esposa y de su amante, tanto antes de follar como después de haberlo hecho.
El cornudo tiene derecho a estar presente y ver como se follan a su esposa en los lavabos de una discoteca, por lo que siempre llevara en los bolsillos los condones por si surge tal contingencia.

viernes, 3 de junio de 2016

Nuevas Fotos La Reina Dana

Nuevamente La Reina de este Blog nos manda fotos para compartir con todos luciendo nuestras joyas. Busca corneadores sumisos como buena Ama que es..danacarm@hotmail.com

















lunes, 23 de mayo de 2016

LA REINA DANA

Bueno nuevamente Dana nos ha mandado unas fotos para compartirlas. Como anuncie, ella busca Corneadores asi es que os dejo su correo electronico: danacarm@hotmail.com

Animaros a hacer comentarios que tanto Dana como yo queremos saber vuestras opiniones...

Besos
Sonia








martes, 17 de mayo de 2016

Derechos del marido cornudo (1)



El marido cornudo tiene derecho a presenciar como su mujer se viste para otro macho; para el hombre que lo va a hacer cornudo. Tiene derecho a bañarla, vestirla, ayudarla en su maquillaje y excitarla con su lengua en el culo con el fin de que este más predispuesta a follar con otro y hacerlo más cornudo. 

El marido cornudo tiene derecho a comprarle a su mujer la ropa que luego vestirá con su amante. Podrá elegir la más provocativa para que ella luzca muy hermosa y deseable para su macho. El cornudo tiene derecho a pagar toda esta ropa y a hacer horas extras con el fin de conseguir el dinero necesario para ello. El cornudo tiene derecho a que su mujer luzca lo más provocativa posible para que atraiga a otros machos y sobre todo, al que lo va a hacer cornudo esa noche. 



El marido cornudo tiene derecho a que su mujer le traía las bragas que ha usado con su amante (si han follado fuera y él no ha ido), con el fin de que pueda comprobar o paladear la excitación y los frutos que ambos han tenido al hacerlo cornudo. Es la prueba de que ha sido cornudo y tiene derecho a saberlo y disfrutarlo.



 El marido cornudo tiene derecho a asistir a su puesta de cuernos, a ver como su mujer folla con otro y lo hace cornudo, vestido con ropa interior femenina para hacer constar que él es la puta sumisa cornuda y el hombre que se folla a su mujer el verdadero macho de la casa. Que en su hogar él no es el macho, sino que otro ocupa su lugar que él le ha cedido gustosamente. También tiene derecho a ser usado de criada para traerles las copas y lo que necesitan mientras follan o cuando descansan entre polvo y polvo.

miércoles, 11 de mayo de 2016

La Reina Dana

Bueno pues nuevamente Dana ha querido compartir con nosotros una de las joyas que ha comprado y que ayer estreno. Nos ha mandado fotos donde se la puede ver preciosa como ella es, la joya de la polla que es unica y la luce estupendamente (pinchar en la foto para ampliar). Me ha pedido os deje su correo electronico por si algun corneador quiere contactar con ella. Tambien podeis dejar vuestros comentarios. Su correo es danacarm@hotmail.com










Cornudo, sumiso y putón



LUNES.- Me has dado esta foto y me has preguntado si me gusta. Pero me he callado. Y tú me has cogido de la entrepierna y has visto que mi polla estaba dura. Qué te gusta más, cornudo: ¿el cuero o su polla? Y he seguido callado porque no hace falta que te pregunte más. Ya sé lo que planeas.

Has encontrado por los chats a este travestí y has hablado con él, le has dicho que soy sumiso cornudo y que me entregas a él, como su puta esclava, para que me use a su antojo mientras tú follas con tu amante. Y eso ha ocurrido. He estado chupando polla mientras miraba de reojo la webcam del ordenador por la que te veía follar con tu amante.

De vez en cuando te levantabas, te asomabas a la cam y le dabas instrucciones al travestí para que me usara a tu gusto o como a tu amante le apetecía. Y finalmente, cuando os habéis corrido por última vez, le has dicho que me dé 10 azotes por cada condón que tu amante ha usado al follarte. Me ha dado 50 fustazos pues tu macho se ha corrido cinco veces. Y yo te he dado las gracias, mientras te veía de nuevo follar con él.

viernes, 6 de mayo de 2016

La ruleta rusa del cornudo para que le preñen a su esposa


Juan G escribió:

Hemos leído el relato y deseamos que hagas lo mismo con mi mujer,  una puta y zorra sumisa,  para que a ella se la puedan follar todos los que quieras menos yo. Puedes llamarlo emputecerla o prostituirla incluso que llegues más lejos con tu puta como decidir si la follaras con condón o a pelo, y si toma la píldora o no. Tú  decides

 --------------------------------------
Tu amo escribió:

En contestación a tu pegunta sobre si a la puta de tu mujer la voy a dejar prostituirse con condón o sin tomar la píldora, he de contestarte que sí. Tú mismo has confesado tu idea de que quede preñada de otro macho. De mi o de quién folle con ella al ser prostituida por lo que vamos a ir hasta el final.

Aunque es peligroso que mi puta zorra, es decir, tu mujer, folle sin condón debido al SIDA y otras enfermedades, he de aclararte que los clientes que van al piso donde residirá durante unos días y ejercerá de puta golfa, es de lujo y allí sólo acuden clientes seleccionados que obviamente están casados y mantienen una buena salud. Y son muy discretos. La dueña del piso sabe que son gente de confianza.

Suelen ser ejecutivos, gente que tiene poder en las empresas y que sabe cómo mantener una situación de dominación y humillación frente a otros machos menos dotados y sumisos como tú. La mayoría ya le ha puesto los cuernos a sus empleados, gozan con ello  y  pagan mucho cuando encuentran a una puta con cornudo; una pareja como la tuya en la que el marido quiere ser humillado por otros machos y que lo han cornudo. Muy cornudo.
Por eso con la puta zorra de tu esposa, es decir, con mi puta; con la mujer que me has entregado para que la chulee como un macarra y gane dinero con ella, será sometida a la “ruleta rusa”; un juego que me he inventado y que suele ser muy placentero para todos, sobre todo para un marido cornudo como tú.

Se trata de poner a  tu esposa, a mi puta, a cuatro patas  sobre un mesa baja. Antes se le habrá hecho un test de fertilidad y se habrá escogido un día en el que esté muy fértil y proclive a ser preñada. La puta estará a cuatro patas sobre la mesa y los corneadores (cuatro) se pondrán alrededor para que la puta pueda ser follado mientras chupa la polla del que tiene delante. Y así irá pasando por los cuatro.

He de advertirte que este juego permite que el marido cornudo pueda también participar y follar con la puta de su mujer, cuando le toque, por lo que si quieres podrás ser uno de los cuatro y follar a tu puta esposa.

Así podrás competir con otros machos para dejar preñada a tu puta esposa. Tu esperma competirá con tres más y el que sea más macho, el que tenga los mejores espermatozoides logrará preñarla. El juego puede durar días, o semanas, y sólo se detiene cuando se comprueba que la puta de tu mujer se ha quedado preñada

Así cuando nazca el niño, no sabrás si es tuyo o de uno de los tres corneadores que se han follado a tu puta esposa. Criarás un hijo que tiene un cuarto de posibilidades de que sea tuyo, aunque te puedo decir por experiencia que el marido cornudo no suele ser el que la preña porque en la competencia, en su subconsciente, lo que desea es que la preñen otros  más machos para sentirse cornudo y humillado el resto de su vida y por tanto, suelta en el coño de la puta menos semen y menos espermatozoides que los demás.
Es una cuestión biológica, de selección natural, porque el cornudo, en este caso tú, no desea preñar a su mujer, sino que se la preñen y por tanto actúa en consecuencia, se corre menos veces y ofrece menos espermatozoides. Y además suelen ser de menos calidad. La preña el más macho, el que la naturaleza lo ha dotado para reproducirse y que sus genes prosperen a través de la puta de tu mujer que tendrá que criar el hijo de otro.

Espero haber aclarado tus dudas, cornudo, sobre cómo voy a preñar a tu puta esposa, es decir, a mi puta zorra.

 --------------------------------------------------------
Juan G escribió:

  
Me encanta el juego de la ruleta para prostituir y preñar a mi mujer. No no me importa el dinero que ganes con mi mujer, ni que puedas prostituirla de forma estable, sin límite en el tiempo, porque nos gusta y mi mujer disfrutará de su coño más de lo que se imagina, pero te pediría que nunca me la preñes más de dos veces. Qué te parece. Tienes móvil y lo vamos planeando

jueves, 5 de mayo de 2016

Sí, cornudo y a mucha honra


Todo comenzó cuando llegué a casa y te pille follando con un chico muy joven. En el sofá. Nada más entrar. Recuerdo que te pusiste de rodillas delante de mi y me pediste perdón. Yo no supe qué hacer ni decir. Estaba muy dolido, pero también extrañado por aquella situación. Muy extrañado. Tan extrañado que tú debiste notarlo y me cogiste de la entrepierna porque habías notado mi extrañeza. Estaba duro. Mi pene que hasta ese momento se ponía durito, estaba muy duro. No hubo nada más que hablar. Te perdoné.

Al día siguiente regresé a casa y te volví a encontrar follando en el sofá con tu amigo, pero esta vez no te arrodillaste. Ni tan siquiera me hiciste caso. Me miraste, sonreíste y seguiste follando con él. Incluso me dijiste que te trajera una copa, por favor. Y os la llevé.

 Al día siguiente regresé a casa y volví a pillarte follando con ese chico, pero en esta ocasión me miraste mal, muy seria, te levantaste, me dijiste que me pusiera de rodillas y comenzaste a darme de hostias, mientras me acariciabas con el pie desnudo mi pene duro.
 - No vuelvas a molestarme cuando te pongo los cuernos. La próxima vez llama antes de venir.
- Lo siento. Perdóname –te supliqué mientras me dabas de hostias y me corría entre gemidos y suspiros.

No hubo necesidad de que habláramos más de todo ello. De eso hace ya algunos meses. Ahora me has dicho: “Coge la cámara y ven”. Y te he seguido a la habitación donde te has echado en la cama con las piernas abiertas.
 - Graba, cornudo  –me has ordenado.


Y he comenzado a grabarte. Sé lo que tengo que hacer. Sobre todo grabar tus gestos de placer, tus gemidos y los comentarios que haces para demostrar que gozas, que lo deseas, que estas loca porque él te llame y te folle. Porque el vídeo es para él, para  tú amante; para ese chico que te tiene loca, te ha vuelto una ninfómana salida y una mujer apasionada que está todo el día con el coño mojado.

- Sólo pienso en él y me mojo –me habías dicho esta mañana cuando me propinabas los correspondientes azotes en el culo para dejarme claro, sin dudas, que soy cornudo, tu marido cornudo y además apaleado porque tú crees que no puede ir una cosa sin la otra.
 - Lo sé, amor mío –te he contestado entre cada azote.
- Esta tarde, cornudo, me vas a grabar y vas a ver lo que es desear a un macho.
- Lo sé, mi vida. Te quiero. Te amo.
- Y cuanto más cornudo te hago y más te humillo, más me amas. Lo supe desde el primer día que te conocí.
- Yo también lo supuse al verte. Me quedé helado.
 - Lo vi. Y por eso te elegí entre todos los demás, porque tú no eres macho, sólo una putita sumisa con un pito ridículo incapaz de satisfacer a una hembra como yo. Yo necesito machos, no putas sumisas. Por eso te elegí, porque sabía que contigo iba a poder follar todo lo que quisiera y con quien quisiera. Y que encima me ayudarías a ello.
 - Lo sé, amor mío.
- Deseché, incluso, a un pretendiente millonario y guapísimo y me quedé contigo.
- Lo sé, mi vida.
- ¿Lo comprendes ahora, cornudo?

- Si amor mio.
- ¿Comprendes que una mujer como yo necesite machos de verdad?
- Si, mi amor
- ¿Vas a ser cada día más cornudo sumiso?
 - Sí, mi vida
- ¿Me lo prometes?
- Te lo juro
- Entonces te daré 50 azotes. Te doy 20 más como premio por haber sido buen cornudo. Pero no te corras.

 Lo de “no te corras” lo dices adrede porque me conoces y como estoy con el cinturón de castidad, cuando me humillas y me azotas el culo, suelo correrme. Poco, pero me corro con un placer muy especial. Flojito y con poco esperma.
 - Tienes orgasmos femeninos me dijiste cuanto te lo comenté.

Pero ahora te he grabado, ya digo, y he visto como gozabas pensando en él, como te corrías y corres pensando en su polla, en sus músculos apretando tu cuerpo, en tu coño taladrado por su polla de macho.

Te has corrido delante de la cámara en menos de un minuto. Más pronto que nunca lo que evidencia que estás loca por follártelo.
 - Envíaselo por email. Rápido, cornudo, que quiero que vea como me tiene de salida y como lo deseo.

Y eso he hecho. Él ha contestado rápido y te ha dicho que en media hora estaba en casa, por lo que me has cogido de la mano, me has llevado al cuarto de baño, me has maquillado, me has colado la peluca, me has vestido de chica y has notado que tengo la polla dura, muy dura.
- No te excites todavía, cornudo, que la noche es larga -me has advertido.


 Y cuando me has visto a tu gusto, puta y femenina, me has recordado cuál es mi tarea, aunque no hace falta porque me la sé de memoria. Tengo que abrirle la puerta, llevarlo a tu cuarto, desnudarte para él, ofrecerle tu coño, suplicarle que te folle y me haga cornudo, llevaros las bebidas, chuparte el coño para excitarte y que él te folle mejor.

Y si te apetece y me obligas, he de  chuparle la polla a él para darle las gracias por hacerme cornudo, reconocerlo como macho dominante y que  que se excite al ver que él es el único macho que hay en la casa porque yo sólo soy tu puta sumisa. Una puta sumisa a la que llamas Mónica. Y eso he hecho. Eso hemos hecho.Eso hacemos siempre que quieres. Gracias a Dios.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Mi esposa quiere ser la puta de otro (3)

Continua la historia....


Después de unos años, Paty encontró una mejor oportunidad de empleo en la editorial donde nos conocimos y Henry se manifestó satisfecho de que ella se superara, por lo que dejaron de trabajar juntos, aunque ocasionalmente se veían para comer o desayunar, comentándose las diversas novedades que iban surgiendo.

 Fue en uno de esos desayunos cuando les acompañó una prima de mi esposa que no conocía a Henry; ella le aseguró a mi mujer que, luego de ver su actitud, era evidente que su “padre postizo” estaba enamorado de ella. Paty lo tomó como una tontería, asumiendo que su prima confundía el cariño fraternal que se tenían con algo que no existía.

Cuando nos conocimos y nos hicimos novios, Paty me habló de Henry como un gran amigo que la veía como una hija, relatándome todo lo que la había ayudado. Yo así lo acepté aunque, cuando lo conocí, también vi una mirada de atracción más que de paternalismo. Se lo comenté a mi esposa y ella me aseguró que no era así.

Yo tenía entendido que ella lo veía como un padre, por lo que me sorprendió que ella misma lo propusiera como su próximo amante de planta, pero la muy zorra me confesó descaradamente que siempre se había sentido atraída por él y que, si Henry se lo hubiera propuesto, no hubiera dudado en darle las nalgas, y lo hubiera hecho con gusto antes de conocerme y, más aún, después de casarnos. Al preguntarle por qué no lo hizo me respondió que no quería romper con la amistad fraternal que ambos habían cultivado con los años.


Inmediatamente, le cuestioné por qué ahora sí estaría dispuesta a correr el riesgo y me confesó que en sus últimas citas se había percatado de que quizá su exjefe sí sintiera algo más que paternalismo por ella, pues ahora le tomaba la mano por segundos y lo había descubierto un par de veces mirándole el culo con lascivia. Además, por la estrecha relación que llevan, Paty ya le había confesado a Henry de nuestros encuentros con otros hombres, lo cual él aprobaba totalmente, asegurando que todos tenemos derecho a vivir nuestra sexualidad como nos plazca.

 Quizá por esas confesiones, justo unos días antes de que la piruja de mi mujer y yo nos planteáramos la posibilidad de que fuera la puta de planta de alguien, Henry le llamó por teléfono para que fueran a desayunar, asegurándole que tenía algo muy importante que decirle.

Aunque mi ofrecida esposa y yo tenemos una comunicación total, no me comentó lo extraño que le pareció lo que le dijo su exjefe ni el nerviosismo evidente que escuchó en su voz al invitarla a desayunar, cuando citarse era algo que sucedía comúnmente. Sin embargo, al otro día de esa llamada, Henry le canceló la cita, se notaba nervioso y cortante; se podría decir que se estaba arrepintiendo de habérselo dicho y más cuando le dijo a mi mujer que olvidara aquello importante que tenía que decirle.


Cuando la cerda de mi esposa me lo platicó, le dije que eran evidentes las intenciones de Henry para confesarle su amor o, de menos, su atracción por ella y que a la mera hora se había arrepentido, quizá por la misma razón que esgrimía la nalgona de mi mujer: no romper con su amistad fraternal o que ella lo tomara a mal. Así, encuerada como estaba junto a mí, le sugerí que le llamara a nuestro prospecto de corneador de planta y provocara una cita para verse, pero que fuera más coqueta e insinuante, para que él viera que ella también tenía interés.

 Fue muy humillante escuchar a la zorra de mi mujer hablar con el hombre que, próximamente y si las cosas salen bien, la convertirá en su puta de planta. Le llamó con una voz mucho más coqueta y putona que como le hablaba normalmente y lo que más me calentó fue la humillación cuando la muy ofrecida le dijo delante de mí con voz aterciopelada: “Te extraño mucho”.


En fin, que la cita entre Henry y la nalgona de mi mujer es este próximo miércoles. Juntos decidimos que ella irá vestida de una manera tan provocativa que, seguramente, Henry se sorprenderá. Mi esposa, a pesar de que es una perra consumada, no suele vestirse de manera provocativa, a menos que salgamos juntos con el fin de buscar hombres que se la cojan, por lo que la microfalda sin calzones que llevará y la delgada blusa de algodón sin brassiere que resaltará sus pezones serán más que una invitación para que su exjefe dé el siguiente paso.

Para amarrar las cosas, le comentará durante la plática que yo no solamente soy un cornudo, algo que ya sabe, sino que no la satisfago, que soy un poco hombre y que ella necesita un macho que le dé placer, que sea su amante de planta. Le dirá que yo acepto mi condición de poco hombre y que estoy de acuerdo también con que ella tenga un amante.

Ya nos pusimos de acuerdo en que ella aceptará cualquier propuesta que le haga Henry, por lo que esperamos que dicho desayuno termine en la habitación de un hotel, desde el cual me llamará delante de Henry para decirme que va a coger con él y que pase por ella a tal hora. Con esto, queremos que mi próximo corneador permanente se dé cuenta de mi aceptación y de la disposición que tengo de ser humillado por mi putona esposa y, desde luego, también por él.



De cualquier manera, no descartamos la posibilidad de que Henry no se anime o de que la culona de mi mujer tenga no uno, sino dos amantes que le den la verga que yo no puedo darle. Y ésa es una de las razones para escribir este relato:

Si estás interesado en que la piruja de mi mujer sea tu amante, escríbenos con una foto de tu cara y hablándonos de ti y de por qué quieres que sea tu puta de planta al correo que creamos para buscarle amante: laputademiesposa@hotmail.com, te responderemos de inmediato y con una foto de la perra de mi mujer completamente encuerada.

También puedes llámame cuando quieras al teléfono que adquirimos para que yo atienda a los amantes de mi mujer: 044-55-2406-6514; te aclaro que el teléfono no siempre puedo tenerlo prendido y que mi puta y nalgona esposa no contesta las llamadas.

Experiencia sacada de Todorelatos. 

viernes, 29 de abril de 2016

Mi esposa quiere ser la puta de otro (2)

Seguimos las historia..........



Después de darle vueltas al asunto y de masturbarme como un mono a espaldas de mi esposa, aproveché una de nuestras sesiones de sexo para proponérselo. Nos desnudamos en la cama y, mientras me fumaba un cigarro y le acariciaba las nalgotas, le expuse mi plan. Ella, al principio, lo tomó como parte de nuestra fantasía y como un ingrediente más para que esa noche tuviéramos relaciones sexuales con otra posibilidad, pero yo la detuve y le aseguré que hablaba en serio. La muy puta no pudo ocultar la cara de felicidad que le producía mi sugerencia, acompañándola con una pregunta: “¿Estás hablando en serio?”.

Yo le aseguré que sí, sin mencionar que estoy consciente de que no la satisfago y que para ella soy un poco hombre, pues aunque ambos sabemos que no soy suficiente para ella sexualmente, quizá por vergüenza nunca lo hemos hablado fuera de nuestra fantasía sexual, por lo que nunca lo hemos aceptado como una realidad, aunque ambos lo sabemos y estamos conscientes de ello.

Le dije que sería excitante que tuviera un amante de planta, con quien fuera a culear cuando se le diera la gana y que, además, fuera como un novio para ella. Le aseguré que a mí me encantaba la idea, que no iba a haber consecuencias en nuestra relación y que hasta estoy dispuesto a servirles de criado a ambos, aceptando todas las humillaciones que quieran hacerme y acatando todas las órdenes que quieran darme.


La humedad excesiva en su vagina delató lo caliente que le ponía esta situación y, descaradamente, comenzó a masturbarse mientras lo hablábamos. Era un poco abstracto estar platicando de algo con seriedad, sopesando los pros y los contras de la situación, mientras ella se dedeaba a gusto; fue tal mi sorpresa que ella se percató y me dijo: “Discúlpame, amor, pero no puedo parar de tocarme imaginándolo”.

Esto me aclaró que, definitivamente, a la muy perra también le entusiasmaba la idea. Tanto que agregó un ingrediente más a la nueva situación, confesándome que, más que su amante, le gustaría ser la “puta” de alguien, así, con todas sus letras, proponiéndome seguir siendo mi amada esposa y la puta de quien será su amante de planta. Yo, desde luego, estuve de acuerdo y no aguanté más, lanzándome a lamer su panocha, que estaba tan mojada que parecía que se había orinado, lo cual me calentó más, por lo humillante que era que mi esposa se calentara tanto porque otro la haría su puta de planta.


Como ya es costumbre, la adúltera de mi mujer se vino en mi boca gritándome lo cornudo y lo pendejo que soy, y yo sólo aguante dos o tres mete-saca para llenarle la pepa de mecos. Después de una frustración más para ella nos preguntamos, ya sin la excitación del sexo, quién podría ser el que hiciera de mi mujer su puta. Barajamos muchas posibilidades, descartándolas casi de inmediato, hasta que llegamos a Henry, un hombre al que mi esposa le tiene mucho cariño.

Henry conoció a Paty, mi mujer, mucho antes que yo. Es un hombre mucho mayor que mi esposa, rondará los 60 años, de cabello blanco y un cuerpo todavía fuerte por el ejercicio. La cerda de mi mujer lo conoció cuando buscaba trabajo; él era propietario de una editorial y le dio el puesto de recepcionista. Paty se dio cuenta a los pocos días de que Henry era todo un Don Juan y se rumoraba que, además de llevar una relación con su secretaria, ya se había cogido a varias de las reporteras y empleadas de la editorial pues, aunque no es un hombre guapo, las mujeres se sienten muy atraídas por él, dada su personalidad y aplomo.


Aunque la que sería mi infiel esposa años después resultaba ideal para los apetitos sexuales de Henry, se dio entre los dos una relación totalmente fraternal, en la que ella lo veía más como un padre que como un candidato a darle las nalgas.

Por tal motivo, Henry la trató siempre como una hija, llegando a tomarle gran cariño y ayudándole en su superación; dicha ayuda llegó a tanto que Henry le concedió una beca para que estudiara periodismo y, poco después, Paty se incorporaría como reportera al equipo de redacción. Todo esto sin que nunca hubiera entre ellos el más mínimo acercamiento sexual o siquiera romántico.